“El metaverso es el futuro”
“Descubre cómo el metaverso transformará nuestra vida”
Estoy seguro de que en los últimos meses has leído varias veces estos titulares y es que el metaverso es uno de esos proyectos emocionantes que surgen del desarrollo de la industria del ‘blockchain’, pero, ¿existe realmente el metaverso?
Distintas marcas no lo han dudado y se han adentrado de manera un tanto ansiosa en este mundo virtual con el objetivo de aprovecharse de las distintas oportunidades que ofrece, sin embargo, hay que reconocer que todavía no existe un metaverso totalmente funcional.
La unión de un mundo virtual y uno real parece emocionante, una gran oportunidad para las marcas, sin embargo, la creación de este mundo virtual accesible a nivel mundial conectado con el mundo real no es algo que sucederá de la noche a la mañana.
Entonces, ¿por qué las marcas hacen tal inversión en algo que no existe hoy? ¿Tiene sentido que todas las marcas quieran adentrarse en el metaverso?
Lo cierto es que las marcas, al igual que nosotros, tienen miedo a perderse algo, ‘fear of missing out’ (FOMO por sus siglas en inglés), o lo que es lo mismo, tienen miedo a quedarse atrás.
El FOMO se ha instaurado en ellas provocando altas expectativas, las cuales muchas veces, terminan en decepción.
Y nosotros, ¿seremos capaces de vivir en el metaverso sin sentir FOMO? ¿Nos desconectaremos de la realidad?
Lo cierto es que el metaverso no sustituye la realidad, sino que representa una evolución de la realidad, por lo que seguiremos con esa ansiedad social por perdernos algo.
Tras escribir esto me doy cuenta de la cantidad de decisiones y compras que he realizado por esa ansiedad social o FOMO. ¿Acaso necesitaba aprovecharme de ese descuento que se acababa en 2 horas para comprarme otro altavoz? ¿O ir a ese evento que desde el principio no me apetecía?
¿Necesita nuestra sociedad aprender técnicas para reconocer ese sentimiento y ser capaz de tomar decisiones racionales? ¿Necesitamos aprender a decir que no?