A medida que las ciudades de todo el mundo exploran medidas para reducir las emisiones de carbono, muchas de ellas han puesto en marcha proyectos de infraestructura para bicicletas que alientan a más residentes a comenzar a usar este medio de transporte. Varias ciudades globales adoptaron el ciclismo hace mucho tiempo y pueden servir como ejemplos para otras metrópolis que, actualmente, están en proceso de hacerse más amigables para las bicicletas.
Utrecht, Países Bajos
Los holandeses son conocidos en todo el mundo por ser ciclistas entusiastas y, aunque Ámsterdam es la ciudad más famosa por su “amistad” con las bicicletas, no es la más amigable en los Países Bajos. Ese título lo ostenta Utrecht, que también es la ciudad más amigable para las bicicletas en el mundo.
Al igual que otras ciudades holandesas, Utrecht cuenta con una infraestructura ciclista de primera, una alta proporción de desplazamientos en bicicleta y una gran variedad de usuarios ciclistas de todas las ocupaciones. Más de 125 mil de los aproximadamente 350 mil habitantes de la ciudad utilizan regularmente la bicicleta.
Si bien muchas ciudades importantes de los Países Bajos tienen una impresionante infraestructura ciclista, Utrecht destaca. La ciudad cuenta con 420 kilómetros (260 millas) de carriles para bicicletas, la mayor instalación de estacionamiento para bicicletas en el mundo (con espacio para hasta 12 mil 500 bicicletas) y un total de más de 30 mil espacios para bicicletas cerca de la estación central de la ciudad.
Copenhague, Dinamarca
Copenhague es otra ciudad europea famosa por su amigabilidad con las bicicletas. 62 por ciento de los residentes de la ciudad se desplazan al trabajo, la escuela o la universidad en bicicleta y cada día se recorren aproximadamente 1.2 millones de kilómetros (0.75 millones de millas) por este medio en Copenhague. Hay casi tantos ciclistas en esta ciudad y sus alrededores como en todo el territorio de Estados Unidos. La cercanía de la metrópoli, las cortas distancias y el terreno plano la convierten en un lugar ideal para el ciclismo.
La ciudad ha abrazado su cultura ciclista invirtiendo en infraestructura para bicicletas. Copenhague cuenta con 390 kilómetros (242 millas) de carriles para bicicletas designados y cientos de kilómetros adicionales de carriles “bici-regionales”. Incluso hay una “súper autopista para bicicletas” que conecta la capital danesa con la ciudad de Albertslund.
Copenhague implementó por primera vez una política municipal para bicicletas en 1996 con la introducción de 10 indicadores clave de amigabilidad con las bicicletas. Su plan más reciente para bicicletas, ‘Estrategia de Bicicletas de la Ciudad de Copenhague 2011-2025’, se presentó en 2011 y tiene como objetivo hacer de Copenhague, para 2025, la ciudad del mundo más amigable para las bicicletas.
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El plan se centra en cuatro áreas principales para el ciclismo: vida urbana, comodidad, velocidad y seguridad. El objetivo principal es aumentar la proporción de desplazamientos en bicicleta en Copenhague al 50 por ciento. Para lograrlo, la ciudad planea implementar diversas estrategias como ampliar las ciclovías a tres carriles, construir nuevos puentes abiertos solo a ciclistas y peatones, además de rediseñar intersecciones con altas tasas de accidentes.
Amberes, Bélgica
Amberes es otra ciudad de Europa occidental con una de las mejores infraestructuras ciclistas del mundo. El diseño compacto de la ciudad es ideal para el ciclismo y hay numerosos servicios de bicicletas compartidas para visitantes o residentes que son nuevos en el ciclismo y no están listos para comprar sus propias bicicletas todavía.
El área metropolitana cuenta con una cicloautopista que está conectada a varias carreteras principales a través del FR10 Ringfietspad (anillo de circunvalación para bicicletas), que conduce a la red ciclista de Amberes.
La municipalidad también comenzó un proyecto en toda la ciudad para construir nuevas calles para bicicletas cerradas a vehículos y reservadas únicamente para ciclistas. Nueve ejes diferentes de la ciudad se reconstruirán como calles para bicicletas. Este proyecto muestra el compromiso de la ciudad de ser más amigable para las bicicletas y reducir la dependencia de los automóviles.
Münster, Alemania
Münster es fácilmente la ciudad más amigable para las bicicletas en Alemania. Cuenta con una multitud de carriles para bicicletas designados, vías ciclistas y señalización para acompañar a los ciclistas. Esta actividad es tan importante en Münster que hay el doble de bicicletas que habitantes en la ciudad.
La ciudad es sede del único anillo vial para bicicletas de Europa, la promenade, que rodea el centro de la ciudad. Se puede llegar a todos los lados de la ciudad desde esta vía. Todas las atracciones turísticas también son fácilmente accesibles en bicicleta, lo que la convierte en una forma fantástica de explorar la ciudad como visitante.
La estación principal de tren de Münster cuenta con la estación de bicicletas más grande de Alemania, con más de tres mil 500 espacios de estacionamiento para bicicletas, un servicio de alquiler de bicicletas, un taller de reparación y una instalación de lavado.
Estrasburgo, Francia
La capital ciclista de Francia, Estrasburgo, ocupa el cuarto lugar como la ciudad más amigable para las bicicletas en Europa. Cuenta con 600 kilómetros (372 millas) de carriles para bicicletas que se extienden por toda el área urbana.
Estrasburgo ha sido una ciudad pionera en la construcción de una infraestructura que prioriza a los ciclistas y peatones. Durante los últimos 20 años, la ciudad ha organizado, en verano, un festival anual de ciclismo llamado ‘Fête du Vélo’.
Hay más de 38 mil espacios para estacionar bicicletas en toda la ciudad y cuatro mil estaciones de alquiler de bicicletas Vélhop.
Es una de las ciudades más hermosas de Francia y un gran atractivo turístico.