La icónica franja de Broadway en la ciudad de Nueva York está experimentando una renovación. Recientemente, el alcalde Eric Adams reveló el ambicioso proyecto ‘Visión Broadway’, un plan para infundir a este antiguo corredor con características modernas como carriles para bicicletas, plazas peatonales y calles de bajo tráfico compartidas.
La ciudad está eligiendo conscientemente priorizar a los peatones sobre los vehículos reconociendo los cambios recientes en la forma en la que los neoyorquinos se desplazan por la ciudad. La proporción de peatones frente a conductores se inclina fuertemente a favor de los caminantes y este cambio lo reconoce.
Asociación para el progreso: El papel de los BIDs
James Mettham, presidente de la Asociación Flatiron NoMad, estaba junto al alcalde Adams cuando, en marzo, anunció el proyecto ‘Visión Broadway’. Esta asociación es un distrito de mejora empresarial (BID por sus siglas en inglés) que representa a algunos de los propietarios y desarrolladores de propiedades más grandes de Broadway, incluyendo una variedad de restaurantes y bares.
Los BIDs se concibieron, inicialmente, en la última parte del siglo XX, cuando las ciudades estadounidenses luchaban contra el deterioro del centro. Estos distritos recaudaban tarifas de los interesados en las propiedades para complementar los servicios esenciales que las ciudades estaban descuidando. Históricamente, los BIDs abogaban por la infraestructura amigable para los automóviles, con la esperanza de atraer a los residentes de los suburbios. Pero, tras la pandemia de la COVID-19 y su impacto en la cultura laboral urbana, estos mismos grupos están abogando por el peatón.
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En la ciudad de Nueva York, el camino hacia un futuro con menos automóviles es claro. Desde la reconfiguración de Park Avenue hasta el enfoque de Downtown Brooklyn en los peatones, los BIDs están liderando el camino. El resto del país no se queda atrás, con grupos empresariales en ciudades como San Diego y Washington, DC abogando por cambios similares.
Sin embargo, no es un cambio unánime. Los BIDs en diferentes partes de América del Norte continúan priorizando una dependencia obsoleta de los vehículos y persisten las preocupaciones sobre que estos controlen los espacios públicos y refuercen las desigualdades. A pesar del debate en curso, en las principales áreas urbanas desempeñan un papel significativo en la configuración del paisaje urbano.
Una transformación en progreso
A pesar de que algunos escépticos han levantado alarmas sobre posibles congestiones de tráfico, el alcalde Adams se mantuvo firme. El funcionario hizo hincapié en un cambio necesario en la cultura urbana y señaló las cifras, específicamente que los peatones superan en número a los conductores en Nueva York.
A finales de junio, la evidencia de este ambicioso proyecto era innegable. Calles que antes resonaban con bocinas y ruidos de motores ahora zumbaban con ciclistas recorriendo nuevos carriles y comensales llenando cada asiento al aire libre disponible.
Una de esas maravillas: la Piazza NoMad, que comenzó como un experimento impulsado por la pandemia en la cena al aire libre, ahora ofrece un toque europeo con un ambiente que recuerda a las pizzerías de Milán.
Distrito ‘meatpacking’ de Manhattan: Una evolución
El distrito ‘meatpacking’ de Manhattan es otro vecindario de la ciudad de Nueva York en medio de una transformación. Históricamente, fue un centro industrial, pero ha experimentado cambios significativos incluyendo el establecimiento del Museo Whitney, el famoso High Line y otras atracciones.
A medida que el distrito lidia con su identidad en evolución, el BID local vislumbra la transformación de los espacios excedentes de asfalto en bulliciosas zonas peatonales al tiempo que equilibra la relevancia histórica y las necesidades prácticas del área.
Otras ciudades principales introducen nuevos proyectos de BID
La ciudad de Nueva York no es la única ciudad importante de Estados Unidos que está experimentando una considerable transformación. Otras áreas metropolitanas como Boston y San Francisco han comenzado a implementar proyectos que priorizan a peatones y ciclistas alejándose de la dependencia de los automóviles.
Proyecto BID ‘Greenway’ de Boston
En Boston, el proyecto BID ‘Greenway’, nacido del ambicioso proyecto ‘Big Dig’, ejemplifica cómo las entidades comerciales pueden impactar en la planificación de la ciudad. Este BID colabora con ‘A Better City’, una organización que representa a los principales empleadores de Boston para convertir zonas con mucho tráfico de vehículos en áreas amigables para peatones.
Estos cambios progresivos no ocurren en el vacío. El cambio en el paisaje de los BIDs, con profesionales del ámbito de la planificación y el diseño urbano uniéndose a las filas, está impulsando esta transformación. Esta evolución refleja un debate más amplio: ¿debería la gestión de los espacios públicos pasar a manos de entidades privadas? Si bien estas colaboraciones a menudo ofrecen resultados más rápidos, existe el riesgo de marginar áreas no comerciales.
Renacimiento urbano en San Francisco pospandémico
La pandemia golpeó con fuerza al distrito comercial de San Francisco, con la ciudad lidiando con oficinas vacías y la disminución de la afluencia en el transporte público. Esta caída, junto con informes mediáticos que presentaban el centro de la ciudad como inseguro, ha llevado a las empresas, más que nunca, a buscar apoyo de los BIDs.
La organización sin fines de lucro ‘Downtown SF Partnership’ ha desarrollado el Plan de Acción del Espacio Público para devolver la vida a las calles de la ciudad. Han imaginado un espacio vibrante con más áreas verdes, frentes bulliciosos y suficientes asientos al aire libre.
Si bien las empresas están sin duda clamando por un alivio inmediato, los BIDs se centran en hacer que las calles sean más vibrantes a través de eventos como mercados nocturnos y espectáculos de drag improvisados, proporcionando un sentido de comunidad.
El camino a seguir
Los paisajes urbanos han sido moldeados por décadas de formulación de políticas. Los desafíos actuales, puestos de manifiesto por la pandemia, subrayan la necesidad de que las ciudades sean flexibles, inclusivas e innovadoras. Si bien los grupos empresariales han buscado tradicionalmente políticas para fortalecer sus intereses, el clima actual presenta una oportunidad. Si se alinean con visiones urbanísticas más amplias, pueden desempeñar un papel significativo en la configuración de las ciudades del mañana.